Diario de Una Pepina

                                                Historias de una señora que estuvo casada con un reverendo nabo.

jueves, agosto 30, 2007



HOY


A veces tengo la sensación que el día que estoy viviendo es ajeno a mi vida.




miércoles, agosto 29, 2007



QUE CAGADA!



Encontré a Cristina en la parada del 174 y hablamos. De los pibes de ella. Que Pepinita ya tiene 19. Que está terminando su carrera de contadora.
La vi medio avejentada. Lo atribuí a que siempre fue ella la que laburo y el marido bien gracias… aunque hace rato ya que no veo a Ricardo. No recuerdo cuánto, pero un par de años seguro.

A mí los vecinos me llueven, que quieren que les diga? Soy amable, ayudo si puedo, pero no me pasa ni ahí saber sobre su vida. Tampoco que sepan de la mía.

Hasta que, tipo como para no dejarla pagando y huir a mi casa, le tiro la pregunta:
-Vos te separaste, no?
-No Pepina, hace dos años que enviudé, snif. (deenserio!!!!, snif, snif... )

Pasé los siguientes 5 minutos minimizando el furcio y tardé un nanosegundo en volatilizarme.




Me entienden cuando digo que sociabilizar con el barrio no es lo mío?

lunes, agosto 27, 2007



J***



PRÓLOGO

No tuvo tiempo de salir del dormitorio cuando sintió sobre su cabeza el primer golpe. Y luego el otro, y luego el otro… y luego algo rojo le impedía ver lo que estaba sucediendo. Cayó sentado en el piso mientras sobre su cuerpo se sucedían sin parar las patadas, los culatazos y su mente registraba de algún lugar las voces que le gritaban les diera todo el dinero… y no, no lo tengo… sí que lo tenés viejo hijo de puta… danos la guita… no tengo… De entre todas las voces había una que conocía por lo violenta que solía ponerse cuando su dueño venía a casa para darle el remedio que tomaba con él y luego le pegaba porque el remedio lo ponía loquito. Juan le había dicho a su hermano que Walter le pegaba, pero Miguel no le creía. Tampoco se lo quería decir a su sobrina para no preocuparla. Había pasado tanto en la vida. Una guerra, muertes, campos de concentración en Siberia, hambre. Había matado para poder sobrevivir y había visto como la gente moría despedazada. Esto no lo asustaba. Lo sorprendía. No había dolor. Sabía que lo estaban escarneciendo. Pero no tenía más dinero… y venían más golpes… y ya todo era rojo… y ya no hubo nada más…


SUCESOS

Walter Daniel J*** tenía aproximadamente 25 a 30 años a mediados del año 1998. Era enfermero diplomado. O por lo menos así lo decía el cuadrito que colgaba de la pared. No trabajaba en relación de dependencia sino que se dedicaba a hacer curaciones, tomar la presión, cambios de sonda y dar inyecciones a domicilio. Esta actividad la promocionaba desde locales que alquilaba a tales efectos en zonas barriales.

Volviendo a la época a la que se hace referencia, alquila a dos viejitos, uno de 82 años y otro de 83, hermanos ellos, un local ubicado sobre la Avenida Yrigoyen en la localidad de Morón, Pcia. de Bs. As. No era una zona comercial, pero estaba al lado del kiosquito del barrio, atendido por un matrimonio joven. Se da la circunstancia que los locales estaban adelante y los viejitos vivían en la casa de fondo. Uno de los viejitos, el menor, desde los 81 años era paciente ambulatorio de diálisis y el otro, si bien sano como un toro, de esos que se dice que los va a enterrar a todos, era jaquecoso crónico. El enfermero le caía como anillo al dedo para aplicarle las inyecciones que aplacaban el dolor de sus migrañas. Y era tanto lo que le calmaban el dolor, que el matrimonio del kiosquito declaró posteriormente en Morón Primera que el viejito salía varias veces al día para hablar con él o para pedirle más remedio para el dolor.

La enfermería era realmente una tapadera. Desde su disfraz, cierto o fraguado de enfermero, J*** tenía acceso a muchos domicilios y como las personas confían en la gente vestida de blanco, de a poco bajaban la guardia, y el trabajador de la salud podía de esta forma observar los movimientos in situ. Las presas que buscaba eran exclusivamente ancianos. Léase desprotegidos. Ya interiorizado, pegaba el golpe y desaparecía. Robaba dinero, joyas, lo que fuere y luego se volatilizaba del barrio y del local alquilado. Previo maltrato físico brutal a sus víctimas. J*** era/es un sicópata.

El viejito jaquecoso era una presa especial. Con lo cual puso en marcha un plan distinto. Estudió los horarios en que se encontraba solo, o sea, los horarios de diálisis del hermano (eran nocturnos, joya!). Se interiorizó de la próxima visita de su única sobrina. Cuando la mina se fuera tendría campo de acción libre por unos días. El matrimonio del kiosco cerraba temprano. Listo, sin testigos. Pero tenía un problema cierto. No sabía donde estaba el dinero. Al viejo le dolería la cabeza pero no era pelotudo. J*** resolvió el problema. Los remedios que le inyectaba empezaron a ser adictivos: cuando sobrevenía el síndrome de abstinencia el viejo lo perseguía pidiéndole más y él lo se lo retaceaba hasta que lo tuvo entregado a su merced: de esta forma consigue la data. También con maltrato físico, como después se supo.

Tenía el horario, el lugar y no habría testigos: la noche del martes 25 de febrero de 1999 a las 21:10 entró a la casa a llevarse lo suyo.


EPILOGO

Morón Primera se hizo cargo y el caso entró en la Fiscalía número 1. Fue caratulado Lesiones Leves. Mi tío fue trasladado a la Terapia Intensiva de una Clínica de la zona luego que le suturaran las heridas en el Hospital de Morón. Solamente sobre la ceja derecha tenía 52 puntos. También había perdido el ojo derecho.

Jamás se citó/buscó a J***´o liberó una orden de captura en su contra. El matrimonio que lo vio esa noche entrar a la casa fue citado por la fuerza pública y cambió su testimonio por miedo a represalias. Se le tomó declaración a mi papá que fue el primer testigo. Mi tío, en terapia intensiva, declaró dos veces señalando con nombre y apellido a uno de sus agresores, pero como los testigos no ratificaron la identificación, su declaración fue desestimada. A mí se me sugirió amablemente y a puerta cerrada con las paredes de testigo que dejara todo como estaba, que jamás se lo iba a citar a J*** y si así fuere corría riesgo de enfrentar una causa por Calumnias.
Mi amado tío Juan contrajo infección urinaria en terapia debido a la sonda vesical. Este hecho deterioró más aún su estado precario de salud debido a que no fue detectada en su inicio y los primeros síntomas que le produjo fueron atribuidos a su avanzada edad que permitía tal descompensación. Falleció 23 días después, el 20 de marzo de 1999 a la edad de 84 años por septicemia. Le di cristiana sepultura luego que le hicieran la autopsia y me lo devolvieran en cajón cerrado.

J*** al mes de atacar volvió a hacerlo a unas cuadras del hecho anterior, con los mismos resultados de sangre e impunidad.






Lo escrito es solo una sucinta exposición de los hechos acaecidos. La punta de un iceberg de lo que fueron 23 días de agonía de una familia y los años posteriores a la perdida. Doy a conocer solo lo suficiente como para hilar el relato. Cada detalle mencionado, así como los omitidos, constituyen en sí mismos historias aparte: la Comisaría, la Fiscalía, la Clínica (sobre la que quiero hacer un post), la autopsia y los que quedamos: mi padre, mi hija y yo.

A expreso pedido de Pepinita omití las 3 últimas letras del apellido de Walter.

Mi cariñito, mi amorcito, mi dulce Juancito… sabés que jamás volví siquiera a dejarte una flor. Se me secaron los ojos sabés?
que lo sabes.

Somos duros los dos, nos quiebran, pero no nos pueden doblegar.

jueves, agosto 23, 2007



....Y EL MUERTO CAYO
SOBRE LA MESA


El lugar: cena en casa de una amiga de toda la vida.
Los comensales: Natalia, Mama de Natalia, Papa de Natalia y Pepinita


Mama- Natalia, tenes 20 años y no tenes novio.Qué pasa?

Si seguis así a los 30 vas a agarrar cualquier cosa ...el primero que pase!

Natalia- Mama, tengo 20 años, soy joven y miro.
Y si no encuentro nada, a los 30 hago igual que vos. ¬¬

martes, agosto 21, 2007



18 y 16



Tarde fría de invierno, dos o tres días después de la nevada del 9 de julio. Cruzamos con Pepinita la calle de un barrio tranquilo apuradas porque el R 19 que viene hacia nosotras acelera sorpresivamente como para remontarnos. Alcanzamos la otra acera mientras el R 19 frena unos 10 metros a nuestra derecha y el conductor, mirándonos por el espejo retrovisor grita: -¡¡¡¡Pepinaaaaa!!!!.

Me doy vuelta, miro, pero no distingo la persona. Rastreo en mi memoria alguien que conozca y sea poseedor de un auto igual o similar: no matches founded. La curiosidad me puede. Suelto el brazo de Pepinita y camino hacia el R 19. El hombre continúa observándome por el espejo retrovisor, sonriente.


Llego y lo miro. No lo reconozco. Más bien no lo conozco. Se ve mayor que yo. O quizás mi misma edad. -¿De donde me conocés?- le pregunto y me contesta dulcemente:- No te lo voy a decir, pero quiero dejarte un recuerdo de una tarde muy fría. Estás igual. Por eso te reconocí y te tiré el auto para que me carajees ja ja!! -. Ríe con una risa hermosa y franca.

Con mi mano tomo su brazo apoyado en la ventanilla: -Decime de donde te conozco porque no me acuerdo- me sentí verdaderamente avergonzada de admitirlo. Él lo sabía. Duda un instante y concede en parte: - Te acordás de Mar del Plata? Aquel verano que nos fuimos todos al departamento de Ricardo…-.

Si… fue un verano perfecto: tenía 18 años recién cumplidos y estaba en Mar del Plata. Todo era posible en mi imaginario de aquel entonces. Habíamos ido con mi amiga Carmen, su hermano Ricardo, dos años menor que nosotras y cuatro de sus amigos. Entre ellos él. Sí que lo recuerdo: era hermoso. Un pendejo verdaderamente hermoso que me miraba con ojos de amor. Y yo no le daba bola porque tenía 18 y él 16. Y era verano, y estaba en Mar del Plata y yo quería entrar a las grandes ligas.

-No te enojás si te pregunto como te llamás?

-Antonio- dijo, me estampó un beso, puso primera y se fue. Y ahí quede parada en el medio de la calle mirando como el pasado se esfumaba dejándome una sonrisa y un souvenir de regalo en una tarde fría de invierno.

Volví hacia Pepinita que a los gritos preguntaba quién era el tipo que me había besado en medio de la calle. Le cuento la historia mientras retomamos la marcha. Reclama detalles. Se los doy todos, no había nada para esconder. Me mira con un gesto típico de ella y me dice, como siempre, la reflexión descolgada:

-Vieja, sos una profanadora de cunas!!!!




LA K(on)DENA


Sí, mi reina me pasó una cadena donde debemos buscar nuestro apellido en Google y ver si algún personaje o lugar famoso también lo lleva.

Resultados, a saber:

Una Pepina: con mi apellido hay un héroe de la Segunda Guerra (mi tío) y un pintor (mi otro tío).

Pepinita: hay una traumatóloga famosa en Argentina (la tía) y la beneficiaria de un plan social (otra tía) y.... nada más.

De yapa agregamos que si juntamos el apellido de Una Pepina y de Pepinita aparece un artículo en el diario La Nación citándolas y paginas que contienen el mismo artículo en Inglés ¬¬

La cadena no se la paso a nadie, esa es mi política: las respondo, pero no las paso. Quien la quiera hacer, está invitado a hacerlo, igual…
quien alguna vez no googleo su nombre? ;)

jueves, agosto 16, 2007




¿AMIGA?




Universidad de Morón, Facultad de Derecho, 8º Piso ascensor.
Christian ES y lo sabe: bello, adinerado, fashion, pero tiene algunas neuronas perezosas.
Lucía es petisita, delgada…. simpática. Su fuerte son los sociales.
Ambos están inmersos en una charla trascendental de pasillo tipo 10 de la mañana estoy dormido y el hijo de puta de Dcho. Ambiental hace 4 clases me deja plantado. El tema: ¿existe la amistad entre el hombre y la mujer?


Lucía – Yo no creo. Ustedes buscan como amigas a minas lindas nada más.
Christian – …y, tenemos que irla de amigos!
Lucía – Entonces me das la razón. Todo es porque te la querés chapar.
Christian – Por eso vos no sos mi amiga.
Lucía – …Cri… cri… cri




Y a mi me quedo la duda, si Christian es pelotudo o sabía lo que decía...


lunes, agosto 13, 2007



LA PERRA MIEDOSA


Ella se separó y como a veces sucede el ex hizo la gran Houdini: se volatilizó. La dejó en bolas y con deudas. Vendió a espaldas de ella inmuebles de la sociedad matrimonial y como dentro del matrimonio no existe fraude, se tuvo que joder por quedada. Previsor el hombre, no habiendo pasado más de cuatro meses se mudó a un departamento a estrenar, amueblado y decorado, por supuesto también con mina a estrenar.

Ella quedo remando con deudas, hijos, sin guita y con una chorrera de acreedores y abogados de diferentes empresas corriéndola (para cobrar deudas de él). Había iniciado un juicio de alimentos, pero el tipo no se presentaba, se le reía en la cara, la apuraba por teléfono y la amenazaba físicamente para que cortara el tema alimentos.

Existe una teoría que llamo la del perro miedoso. Si le pegamos va a salir corriendo, si le volvemos a pegar, va a escapar hasta que lo acorralemos. En el preciso momento que el perro miedoso se sienta acorralado se va a dar vuelta y te va a cagar mordiendo. Porque está acorralado y ya no tiene escapatoria. Es el instinto que lo obliga a defenderse cuando lo único que resta es morir. Lo peor que te puede suceder es estar frente a un perro miedoso y acorralado.

Sin justicia y con deudas ella estaba acorralada. Y como cuando todo esta perdido ya no hay nada más que perder decidió darle a este guanaco un coquito correctivo. Había conseguido el número de teléfono del nuevo hogar de su ex y llamó: tenia que asegurarse que ambos estuvieren presentes. Pidió un remis y también cargó los chicos (no es lo mismo una loca que una madre loca, se entiende?). Una decisión cruel, pero necesaria a sus fines.

Cuando llegó, él la estaba esperando escondido en la vereda. Ella toca el portero eléctrico y percibe por el tembleque de la voz de la otra que algo está pasando. Se da vuelta y ve al tipo. Dentro suyo piensa: -Si lo hago, lo hago bien. Es ahora o nunca.

Cuentan las lenguas que nadie sabe a ciencia cierta como se desató el infierno, el aluvión de espectadores y Titanes en el Ring a las nueve de la noche en un crudo invierno del 2001. Ella con la mano derecha lo cazó del cogote y tensó el brazo para mantenerlo a distancia, mientras que con el pie, la rodilla, el brazo, la mano y el zapato izquierdos, entró a sacudirlo para que tenga, para que le sobre y para que regale. En las bolas, en el estomago, en las canillas. Una cosa tenía en claro: no se deben dejar marcas por si acaso. Por los médicos forenses y esas cosas. Le arrancó la camisa, le sacó los lienzos, en tiras, por supuesto. Y como sabía que tenía público y audiencia tuvo la suficiente presencia de ánimo para, entre tortazo y soplamocos, dar a conocer a los presentes el dossier del tipo y el curriculum vitae de la mina que… no se mostraba ansiosa por bajar a defender a su “marido de toda la vida” (acaso no valía él un tortazo?).

En medio de la paliza el hombre logra sacar el celular, preparado de antemano, para discar a la comisaría pidiendo un móvil porque “su mujer le estaba pegando”. Y como ella sabía que tarde o temprano el patrullero iba a caer, lo cazó fuerte, muy fuerte de las pelotas (literalmente), apretó y dijo: -Ahora vas a entrar en tu casa con la dignidad que te reste-. Así, con el tipo a la rastra y las pelotas estrujadas en su mano izquierda, volvió a tocar el portero eléctrico del edificio para informarle a la otra que le devolvía a su marido de toda la vida para toda la vida.

Cuando lo pasó por la puerta se acomodó la ropa, agarró los chicos y gritó para que todos los vecinos de la cuadra y del edificio escucharan: -Díganle a este infeliz que le pague los alimentos a sus hijos!

Ella partió. El patrullero llegó. Él hizo la correspondiente denuncia en la comisaría y hubo testigos que se prestaron a tales efectos. La fiscalía de turno intervino en el asunto. Obvio, la cosa era penal.

Pero Dios existe. Cuando levantaron la denuncia pusieron todos los datos: los del dicente, los de los testigos, el lugar, la fecha, la hora… etc., pero de la agresora solamente quedó asentado su número de teléfono (¿!). Con lo cual la comisaría no la pudo citar cuando la fiscalía así se lo indico. Se les olvidó, lo dejaron pasar y los años transcurrieron… hasta 10 días antes de la prescripción de la causa cuando la fiscalía conmina a la comisaría a cumplimentar el trámite. Entonces sí la llamaron (para que fuera a firmar su propia condena?!). Y como no había nada que la obligara a presentarse ella respondió: - Señores, esto se llama agua y ajo-. En tono amable, por supuesto.

Cómo quedó todo? La comisaría, en orsai violento con la fiscalía, volcó su furia contra el “dicente” conminándolo para que completara los datos de la agresora. Pero para ese entonces el hombrecito ya era un embargado y negociaba el levantamiento del embargo con ella. Embocarle una causa penal en ese momento no era redituable para su bolsillo ni salud. Tuvo que consultar a su letrado. Tuvo que buscar bajo cielo y tierra a los testigos… porque ya habían pasado los años. No podía retrotraerse en sus palabras porque incurriría en falso testimonio. Él y los testigos. Tuvo que dibujar una excusa, la que fuere, como fuere. En diez días corrió un rally a pié y descalzo en el Sahara de una Fiscalía hot.



…y cuando ya no quedó nada por perder, la perra, miedosa y acorralada, se dio vuelta para enfrentar a su verdugo en la ignorancia que ese día la suerte estaba de su lado.

viernes, agosto 10, 2007



PERSPECTIVA


Pepinita –
Ma, ¿Te acordás de la cocina de la otra casa?
Una Pepina – Era larga y angosta. Tenía una ventana al costado y el mueble era amarillito.
Pepinita - …sí…. Y la mesada era re alta!!!!
Una Pepina – No mi amor, vos eras chiquita.

lunes, agosto 06, 2007



LA CALENTURA MANDA



ACTO PRIMERO.
Se casó a los 23 con el primer tipo que encontró porque se creía fea y esta su única chance de no quedar soltera. Enganchó un buen hombre. El que te da el sobre con el sueldo, el fin de semana te lleva a todos lados y es más bueno que el Quaker. Pero no garcha. Y si lo hace no se nota. Salvo por los dos pibes que tuvieron. Medio flojón de salud, pero con un par de VHS XXX tenemos un conejito y nos despedimos hasta el mes que viene. Ni ella ni él tenían experiencia suficiente para rescatar el bache.

ACTO SEGUNDO.
Pasaron 18 años de matrimonio. Del tres ambientes de Floresta se mudaron al chalet de Castelar. El Taunus 85 se transformó en una Toyota. Dos vacaciones por verano. Visa, Mastercard y American. Se fueron un par de veces al exterior. Buen nivel de vida, remodelaron y re decoraron la casa.

Pero el bicho seguía desaparecido. Ella se cansó de esperarlo en la cama vestida/desnuda para la ocasión mientras él fumaba en el estudio mirando la tele a la espera que ella se durmiera. Pero no miraba ESPN, no no no, miraba Venus. Garchar con ella mucho no le daba y con dos hijos varones grandes a puerta cerrada menos. Pero tampoco hacian nada para cambiar las cosas (onda vamos a un telo o desaparecemos a los chicos).

Con el tiempo ella comenzó a participar en actividades por las tardes y cada vez llegaba más tarde. El hombre también experimentó ciertos cambios: súbito interés por la marca, fin de semana de caza (y pesca?) y travesías 4x4. Si todavía no se engañaban, estaban a un paso.

ACTO TERCERO.
Pasados los 40 de ambos, él encontró un capullito de 20 y ella un pimpollito de 30. Cuando ella me pidió un “consejo”, le dije que ponga en la balanza lo que pesa un chorizo vs una familia formada. Si bien eran una pareja asexuada, eran excelentes compañeros de vida y juntos habían logrado mucho. -Sé discreta, le dije. Nada va a salir de esa relación más que un par de sábanas arrugadas.

Él también vino a verme de callado. –Cuidado, sos un buen partido y esta piba te puede agarrar con un embarazo. Buscate un touch and go.

Esta situación precaria se desbandó. Si había aristas ella las puso de relevancia y comenzaron los desprecios verbales, para más, frente a los hijos. El, que nunca se destacó en el retruque de las discusiones optó por callar permitiéndole avanzar. Ninguno de los dos preguntaba nada. Para que? Ambos tenían una estrategia planteada y querían disfrutar este nuevo estilo de vida fuera del matrimonio (porque dentro era un infierno).

EPÍLOGO I
Ella se fue a Canadá en viaje sabático y cuando llegó a Ezeiza ahí mismo le pidió la separación. El se mudó a un dúplex y con el tiempo el touch and go de medio turno se instaló con él. Ella se llevó el pimpollito a la casa. Siendo un desocupado tuvo que mantenerlo pero tuvo masa a cambio. Para guardar las apariencias (no olvidemos que tiene dos hijos varones, familia y vecinos) lo hizo entrar a trabajar en la agencia de seguridad del padre. Pero, fiel a su naturaleza, el pimpollito comenzó a pistolearse regularmente una mina en horario de trabajo (el servicio de custodia era en un country). Todo un escándalo: el padre tuvo que decirle a ella la verdad y el pimpollo volver a cambiar de domicilio. Ahora vive en el country.

En medio de todo este candombe ella hizo yoga (le hice pata), meditación (le hice más pata) y asomó a la metafísica (vuelta a hacer pata). Luego se hizo sacristana en una capilla (pata en la misa del domingo cada tanto).

EPILOGO II
Hoy ella me llamó por teléfono. Conoció un tipo. El detalle: como este hombre es pai umbanda entró al culto.

Ella – ...bla… bla… y me bauticé umbanda. Te voy a llevar para que conozcas. Es fascinante!!

Una Pepina – (…qué mierda le puedo decir?) Olvídate que te voy a hacer pata! Si te cansás por favor no te hagas Hare Krishna que el naranja no es tu color y no te veo con la bocha rapada dando clase de Matemática.


jueves, agosto 02, 2007



TREN FANTASMA


Siempre sostuve que la lengua es el músculo más poderoso que tenemos, pero cuidado con que haya alguien al lado para registrarlo. Pasen, juzguen y no digan que no les avisé.

“Parezco sal gruesa, estoy en todos los estofados”
(Luis Barrionuevo – Revista Gabo, Abril 2006).

“La coima es un sello nacional”
(Luis Barrionuevo – Revista Gabo - Abril 2006).

"Quién va a confiar en el país si su presidente tiene la plata afuera"
(Luis Barrionuevo – Diario La Capital - Septiembre de 2004).

"Apoyar a Kirchner es como sacar a pasear a un perro muerto"
(Luis Barrionuevo - http://www.agendaestrategica.com.ar).

"¿Ustedes también tienen negros?".
(George Bush al presidente brasileño Fernando Cardoso - Abril de 2002).

"Soy un empresario argentino, eso quiere decir que no soy un santo"
(Alberto Samid - 1997).

"Siempre que veo la tele y veo esos pobres niños hambrientos en todo el mundo, no puedo evitar llorar. Quiero decir, me encantaría ser así de flaquita, pero no con todas esas moscas y muerte, y esas cosas".
(Mariah Carey, cantante).

“Alan Faena me consultó sobre como se cría un hijo. `Mirá, le tirás un poquito de agua y crece, loco´, le dije”
(Charly García, Revita Gente – Enero 2005)

"Aquí estamos para empezar de nuevo, para trabajar con vistas al 2003, al 2007, al 11 o hasta que Dios me diga basta y me lleve"
(Carlos Saúl Menem, ex presidente argentino, Diario Clarín, 12 de diciembre de 1999).

"Acá no se trata de sacarle a los ricos para darle a los pobres, como hacía Robinson Crusoe"
(Carlos Menem en discurso, confundiendo al pobre Crusoe con Robin Hood).