¿JUDAS ISCARIOTE?

…UN POROTO!!!!!!

Beto de San Isidro tuvo todo en la vida. Escaló los más altos peldaños de una multinacional con sueldos de cuatro ceros y su propia consultora.

“Nothing last for ever” se le hizo realidad: perdió todo. Se lo gastó. Lo quemó. Subido al caballo de la soberbia pensó que la mala racha era momentánea y no supo atajarse a tiempo. Cayó desde la cima del Himalaya hasta el barro de la pilcha vieja con agujeros, las zapatillas rotas y los fideos generosamente regados con agua de la canilla.

Cuando su amiga de Morón se enteró de la debacle final por interpósita persona y antes de que Beto se tire por el hueco del ascensor hizo un par de llamadas telefónicas, movió algunos hilos y gracias a relaciones comerciales con el dueño de una pyme armó una pequeña distribución para que junto a Beto, empleando ambos cada uno su ciencia y conocimientos en sus respectivas áreas, la transformaran en una distribuidora en franca expansión.

Cosa que sucedió y de hecho está sucediendo. Pero la avaricia puede cuando la estupidez humana la avala y Beto manipuló en beneficio propio información confidencial de su amiga. La información se refería al cierre de un contrato y los números del mismo, información ésta que obtuvo escuchando una conversación entre ella y su hija.

Esta es a grandes rasgos la historia. Hay muchos detalles, dimes y diretes que no vienen al caso. Es muy difícil resumir una situación compleja donde hay bastante gente involucrada, intereses económicos encontrados y querer preservar el anonimato de todo ello, como la tercer persona involucrada (la otra parte del contrato que anteriormente mencione) y su alianza con Beto para pasarme.

El tema es que a raíz de una discusión por plata entre Beto y la tercer persona, ésta última viene y comienza a batir.
Juro que tendría que haberle pegado para que se calle la boca.

Además, ante tales circunstancias, jamás permito que se puedan desahogar (que es sinónimo de vengar). Con un simple:
- Y si lo sabías, por qué no me lo dijiste antes-, muere todo argumento.
Es obvio que no me pudo contestar porque en el afán de hundir al otro no se dio cuenta que se estaba deschavando como partícipe.

A su vez Beto, que ya estaba oliendo algo podrido por Dinamarca, también vino con cuentos solapados y menciones oblicuas en contra de la tercer persona.

Cómo termina esto?
En cuanto a mí se refiere, están en el horno. Salvo que todavía no lo saben. Lo patético de esto es que queriéndome cagar, no pudieron y por el contrario la única que salió beneficiada, económicamente hablando, fui yo.
En cuanto a ellos se refiere, ambos por separado piensan que yo les creo y estoy en contra del otro.
Que se maten.

De hecho, ya lo están haciendo. También por plata ja ja ja!!!!

Para mi Dulce havannet que me pidió la historia. Besos.