EN NOMBRE DEL AMOR

Se cometen más errores en nombre del amor que de cualquier otra cosa.
Cuando terminé la secundaria quise seguir Bellas Artes.
Definitivamente es mi vocación: amo todo lo relacionado al arte.
Pero en casa sentenciaron:
-Bellas Artes??!!! Los artistas se mueren de hambre. Vos vas a seguir Medicina y así cuando seamos viejitos nos vas a cuidar-.
Como niña obediente lo hice. Dos años en Medicina y obvio: no le pidas peras al olmo.
Busqué entonces una carrera alternativa ya que estudiar Bellas Artes estaba descartado de plano porque mis padres no querían.
Entré en Química en la UM. Dos años y al bombo.
Un embole total. Entre eso y un curso de cocina para mí no había diferencia.

Una cosa que no mencioné: soy muy buena para las Matemática. Cosa que generalmente va asociada con el arte. Es común encontrarse con personas que tienen una notoria capacidad para ambas cosas simultáneamente.

Luego de estas experiencias sucedió lo esperado: me sentí una fracasada.
-No sirvo para un carajo-.
-Soy una inútil-.
Etc. por mil.
En casa también me lo dijeron. Se habían quedado sin doctora a domicilio.
Me puse los silicios de la culpa por años.

No importa lo que sucedió en el medio, terminé estudiando una carrera relacionada con Ciencias Exactas.

Hoy en día pienso:
- Fui una buena hija y una buena nena. Hice lo que se esperaba de mí. Traté hasta lo último por darles el gusto.
Ellos murieron y yo sigo estando, con mi habilidad para el arte y una carrera exacta.

¿Y si yo me hubiera impuesto?
No hubiera sido una buena hija para ellos. Me lo habrían recriminado.
Pero los resultados serían distintos: si bien ellos hubieran muerto igual quizás hoy yo sería…

Pero nunca lo voy a saber.

Realizados por Una Pepina de 16 años.